Curso de narrativa. Clase 19

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CLASE 19: EL MITO DE CREAR «A PARTIR DE LA NADA»

Está relacionado con el punto anterior, y también con cierta tendencia a presentar el arte de exhibir como una disciplina casi “mágica”, que depende de “la inspiración” y otras bobadas. Lo cierto es que SIEMPRE, de un modo u otro, elaboramos el proceso del relato en nuestra mente, y a veces, imbuidos de todo ese supuesto misticismo, confundimos lo que VA SALIENDO con una especie de MILAGRO CREATIVO.

Lamento desilusionar a quién siga creyendo en esos tópicos. Un relato se construye ladrillo a ladrillo, como una pared, con al diferencia de que los autores podemos llegar a sentir que hacemos malabares con esos ladrillos, y en cierto modo es así.

Pero no debemos olvidar que DENTRO de nuestra mente te están organizando los materiales para que no acabemos, como ocurre a veces, con la cabeza llena de moratones de ladrillazos.

¿Se puede escribir un relato a partir de una sola frase, aparentemente sin sentido?

SÍ, SE PUEDE. Y lo comprobaremos en esa clase, porque uno de los ejercicios será escribir un relato, de entre 3 y 6 páginas ( si son algunas más, no importa, pero prefiero que vayamos aplicando en los ejercicios todos los conceptos que vemos en las clases, y eso es más fácil con un cuento de tamaño medio); que comience con la frase:

«Aquella mañana Lauro despertó convencido de que se le había desacomodado el alma».

El tema, el género y por supuesto, el desarrollo, son libres.

Y aunque debería hacerlo en la próxima clase, os adelantaré lo que ocurrirá:

Con la obligación de escribir el relato y la imposición de la frase inicial, vuestra mente buscará cómo cumplir con el ejercicio.
Algunos de vosotros intentarán acomodar la fraseen un relato que ya habían escrito o en uno que estaban proyectando. (Es trampa, pero como no puedo saberlo sin una confesión, lo dejo a vuestra conciencia).
Otros comenzarán a jugar con la frase y a dejarse llevar por una narración que aparentemente se va construyendo sola.

4) En un punto del relato, probablemente cuando esté finalizando la presentación o al comienzo del nudo, seréis conscientes de hacia donde queréis que vaya el relato.

5) Y cuando el cuento esté escrito y revisado, os parecerá extraño pensar que ese cuento vuestro nació de una frase impuesta por otro.

Esto ocurre porque los temas y los caminos que busquéis, ya están dentro de vuestra imaginación.

A cada uno la frase le despertará ecos diferentes, que se traducirán en diferentes destinos narrativos.

No escribimos desde la nada, sino desde todo lo que alberga la “caja negra” de nuestra mente, en la que caben nuestros deseos, temores, anhelos y fantasías; lo que hemos leído o visto, lo que quisiéramos hacer y los que nunca haríamos.

Saberlo nos ayudará encauzar ese caudal de ideas y aprovecharlas mejor, al tiempo que aprendemos nuestra propia forma de crear ficciones y el modo de favorecerla.

Por Carlos Salem

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