¿Quién mató a quién?
Entrevista-atraco al paso con gente tan rara que escribe novela negra
Rosa Ribas (El Prat de Llobregat, 1963). Recién retornada de Alemania, donde vivió treinta años. Escribe. A veces novela negra, a veces, no. Ha trabajado como profesora de idiomas, lectora, empaquetadora de barritas de plastilina, escritora de cartas (de amor y desamor), traductora, no en este orden. También fue árbitra de baloncesto con su metro sesenta también fue ábitra auxuliar de baloncesto. Pero lo suyo es la novela: Si ya es difícil crear una serie de de novelas que, además de éxito de ventas, sean ejemplo de calidad, ella se ha permitido dos: la de la comisaria Cornelia Weber-Tejedor y la de la periodista Ana Martí, escrita a cuatro manos con Sabine Hofmann. No conforme, va por la tercera, esta vez protagonizada poe una familia de detectives:los Hernandez, que debutaron con Un asunto demasiado familiar (2019) y sigue en 2021 con Los buenos hijos.
1) Tres novelas imprescindibles del género [y por qué]
El talento de Mr. Ripley, de Patricia Highsmith. Desde el primer párrafo, Highsmith te hace caer en la trampa de ese personaje fascinante y perverso. Como en casi todas sus novelas, sigues leyendo a pesar de que sabes que te está arrastrando a lugares feos, que te vas a enfangar, que te va a llevar a dilemas morales en los que descubrirás que te inclinas, como sus personajes, por la opción oscura.
1280 almas de Jim Thompson. Aunque sé que eso es imposible, me gustaría olvidarla para poder volver a leerla con la misma fascinación de la primera vez.
Huye lejos, vete rápido, de Fred Vargas. Por su originalidad, por su prosa absorbente. Porque, además, demuestra que el género evoluciona, es flexible, va más allá de la ortodoxia que algunos cultivan de una forma bastante anacrónica y defienden con vehemencia talibán.
2) ¿Por qué escribes novela negra y no de otro color?
No es una decisión. Escribo lo que quiero escribir y se tiñe del color que precisa.
3) El libro que nunca escribirías es…[y por qué]
No me lo planteo.
4) El que matarías por haber escrito…[y por qué]
Algo que se produjera el mismo efecto que tuvo en mí la lectura de El señor Maleussene, de Daniel Pennac, que me hizo leer con el mismo disfrute que sentía en mis lecturas de la adolescencia, olvidándome del mundo exterior. Este libro me hizo tan feliz en su momento, que no he vuelto a leerlo.
5) Una frase que recuerdes de memoria de una novela tuya.
«A Lola le gustaban los entierros». El inicio de Un asunto demasiado familiar y también de Los buenos hijos. Y de la novela que siga la serie protagonizada por la familia de detectives Hernández.
6) Requisitos para que una novela merezca ser leída o escrita:
Su escritura, su ambición literaria.
7) ¿El género es absorbido por lo comercial o crece tranquilo a su sombra?
Depende de quién lo escriba y de quién lo edite.
8) Tu modus operandi es [en qué se diferencian tus novelas de otras]
No lo sé. No me corresponde a mí decirlo.
9) El único crimen que te atreves a confesar es…
Las ganas de asesinar a los que me piden cuestionarios.
10) Lo mejor que te ha dado el oficio de escribir:
Las horas de escritura, no hay nada que me guste más. Y la gente que he conocido gracias a esas horas de escritura.
11) ¿La realidad es una novela negra?
No. La realidad es inabarcable y caótica. Las novelas son finitas y tienen estructura.
12) Tu personaje ajeno favorito [y por qué]
El valeroso soldado Schwejk de Jaroslav Hašek, de quien nadie, ni el lector ni los otros personajes de la novela, saben si es rematadamente listo o tonto de remate.
13) El malo creado por ti que más odies [y por qué]
Es que no puedo decirlo porque destriparía la novela en la que aparece.
14) Si no fueras escritor, serias… [deja volar la imaginación]
La del trombón en una orquesta de señoritas en un cabaré berlinés en los años veinte.
15) Tienes la oportunidad de escribir ahora tu futuro epitafio:
Uff! No.