¿Quién mató a quién?
Entrevista-atraco al paso con gente tan rara que escribe novela negra
Jordi Llobregat (Valencia, 1971) soñó con ser escritor a la edad de doce años tras ver la película Le magnifique, con Jean-Paul Belmondo y Jacqueline Bisset. Ha escrito numerosos relatos publicados en varias antologías. Es el autor de la novela El secreto de Vesalio (Destino, 2015), traducida a diecinueve idiomas y vendida a más de cuarenta países. Su inquietud por la difusión de la cultura le ha llevado a crear y dirigir Valencia Negra, festival internacional de género negro. Junto con el equipo AMUNDSEN Laboratorio Cultural impulsan continuamente nuevos proyectos como Torrent Histórica, BFest, Xabia Negra o el ciclo de encuentros culturales XATS. Ha publicado durante dos años en el diario Las Provincias la columna cultural Atasco en la mesita de noche y colabora habitualmente con medios especializados. Su última novela, con un gran éxito de público y críticas, es el thriller No hay luz bajo la nieve (Destino, 2019).
1) Tres novelas imprescindibles del género [y por qué]
Creo que hay muchas, hoy, tal y como me he levantado, te digo estas: Mystic River de Denis Lehane, por su desesperanza; Alex de Pierre Lemaitre, por su capacidad de narrar la violencia más cruda; y cualquiera de Chandler, porque ha sido la fuente de inspiración de multitud de obras.
2) ¿Por qué escribes novela negra y no de otro color?
Me permite usar herramientas que son útiles para lo que quiero contar. Dicho esto, creo bastante en el mestizaje de géneros. Al fin y al cabo, el objetivo de cualquier escritor es encontrar una buena historia y contarla de la mejor forma posible, por lo que, cualquier etiqueta, modelo o estructura prefijada es tan solo un corsé.
3) El libro que nunca escribirías es…[y por qué]
Ninguno que coartara mi libertad de elección como escritor.
4) El libro que matarías por haber escrito…[y por qué]
Bastantes. Ahora mismo, mientras me hago el café de la mañana, podría nombrar a El nombre de la rosa de Eco; El camino de Delibes; Martina de Zafón; El nombre del viento de Rothfuss… Todos ellos han aportado algo al ideario que subyace en mis propias historias.
5) Una frase que recuerdes de memoria de una novela tuya…
Imposible. Olvido casi por completo mis novelas anteriores y tengo mucho éxito en ello.
6) Requisitos para que una novela merezca ser leída o escrita:
Que sea honesta literariamente, es decir: que esté bien escrita, que no defraude el acuerdo tácito y mágico entre el lector y el autor y, si es posible, que deje poso en el lector tras leerla.
7) ¿El género es absorbido por lo comercial o crece tranquilo a su sombra?
Yo creo que lo comercial, en muchas ocasiones, ayuda a que sobreviva lo que no es. Eso ha ocurrido siempre y en todos los géneros. Las novelas que ayudan a cubrir los números en las editoriales permiten, a su vez, publicar aquellas obras que se sabe que no van a vender decenas de miles de ejemplares, pero que, sin embargo, merecen ser publicadas y leídas por sus menos numerosos lectores.
8) Tu modus operandi es [en qué se diferencian tus novelas de otras]
Intento hallar un equilibrio con la nostalgia, uno de los temas que más me interesan. No siempre con éxito, como es natural.
9) El único crimen que te atreves a confesar es…
Mi apetito. Soy un tragaldabas capaz de comerme ocho donuts en veinte minutos si estoy nervioso.
10) Lo mejor que te ha dado el oficio de escribir:
Así, a bote pronto: conocer a gente maravillosa y a otra no tanto, poder vivir más allá de mi propia y limitada vida, y sentirme querido de formas y maneras inesperadas e inmerecidas.
11) ¿La realidad es una novela negra?
No. La vida es mucho más que una novela, sea negra o rosa.
12) Tu personaje ajeno favorito [y por qué]
Corto Maltés. Una vez fui él.
13) El malo creado por ti que más odies [y por qué]
Sánchez de El Secreto de Vesalio. Disfruta haciendo daño a los demás. Es un miserable y su violencia, fue, por un instante (mientras lo escribía), muy atractiva.
14) Si no fueras escritor, serias… [deja volar la imaginación]
Arqueólogo, inmerso en la búsqueda de una ciudad perdida en una selva latinoamericana. Un Indiana Jones sin sombrero ni látigo.
15) Tienes la oportunidad de escribir ahora tu futuro epitafio:
Se comió la vida a bocados y fue querido. Eso le hizo muy feliz.
Carlos Salem