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Nació en Barquisimeto (Venezuela)  en 1967, pero desde pequeño se trasladó a Carcacas, donde nacen buena parte de sus historias. En 1996 llegó a España, donde se doctoró en Literatura hispanoamericana en la Universidad de Salamanca y desarrolló la mayor parte de su obra literaria, que ronda ya la treintena de libros entre novelas, colecciones de relatos, litertura juvenil y ensayos. Pero es innegable su debilidad por el género negro, que lo ha llevado se ser traducido a varios idiomas y participar en innumerables festivales y congresos literarios en Europa y América.

1) Tres novelas imprescindibles del género [y por qué]

Extraños en tren, de Patricia Higshmith.
El hombre que miraba pasar los trenes, de Georges Simenon.
Colt comando 5 56, de Marcos Tarre Briceño.
Cada uno a su manera es una inmersión en el abismo, en la curiosidad, en el azar y en la ambigüedad con que podemos mirar la transgresión de los límites. 
2) ¿Por qué escribes novela negra y no de otro color?
Las escribo de muchos colores. Pero creo que cuando aparece la novela negra es porque vivo esa tensión propia del género. Por un lado, necesito mirar las penumbras de una sociedad, lo que no desea nombrarse; pero también, experimento la perplejidad ante los precipicios de la condición humana. ¿Por qué existe el mal? ¿Por qué existen los monstruos? ¿Qué hay de ellos dentro de cada uno de nosotros? 
3) El libro que nunca escribirías es…[y por qué]
Cualquier libro de tesis, con mensaje explícito, con certezas absolutas. Estas narraciones bien intencionadas en las que se expone ficcionalmente lo que perfectamente cabe en un coqueto artículo de opinión. 
4) El que matarías por haber escrito…[y por qué]
Ah, difícil. Nací en un país en el que algunos años han muerto asesinadas más de veinte mil personas por la violencia delictiva e institucional o en las que el gobierno militar aniquiló con armas de guerra a casi doscientas personas que protestaban en la calle, como sucedió en el 2017.  
Ahora mismo, me resulta imposible pensar, incluso metafóricamente, que podría matar a alguien por un libro.
Digamos que prefiero vivir para escribir novelas como las de Highsmith, Simenon, Joyce Carol Oates o José Balza.
5) Una frase que recuerdes de memoria de una novela tuya…
“La lluvia”:
Así empieza una de mis novelas. Es muy corta, pero así lo es mi memoria.
Eso facilita escribir. Si no logro recordar, pues anoto y anoto y de repente descubro que tengo una novela entera. 
6) Requisitos para que una novela merezca ser leída o escrita: 
Que su historia te transforme. Que la música de sus palabras siga viviendo en ti al concluirla. Que abra con un punto de sombra y que al concluirla te deje con otro.
7) ¿El género es absorbido por lo comercial o crece tranquilo a su sombra? 
Lo comercial está allí; tanto en la novela negra como en el resto. Hay una voluntad de repetición en la que pareciera que lees muchas veces un mismo libro al que para disimular le han cambiado el autor y el título. 
Pero el género puede con ello. Logra escabullirse, logra reinventarse y ser fiel e infiel a sí mismo. 
En los desvíos se encuentra el tesoro.
8) Tu modus operandi es [en qué se diferencian tus novelas de otras]
Difícil. Es una pregunta más bien para los lectores. Hay lectores que dicen reírse mucho con mis novelas negras. Intento que haya un gato en la página 143 de cada libro, un gag de Abott y Costello en el tercer párrafo del noveno capítulo, y que los culpables nunca sean crudiveganos para que nadie se ofenda. 
9) El único crimen que te atreves a confesar es… 
Algunas bandejas paisas no autorizadas por la medicina.
10) Lo mejor que te ha dado el oficio de escribir: 
Podría hablar de infinitas satisfacciones espirituales y psíquicas. Pero seré sincero: los hoteles con bañera de algunos eventos, y los cacahuetes que dan en el avión.
11) ¿La realidad es una novela negra?
Para nada. Hay realidades concretas que pueden serlo; un cierto lugar, un cierto momento, como puede ser la Caracas actual con sus forajidos de charreteras y corbatas Vuitton. 
Pero la novela negra es una construcción. Se trata de acotar ese punto de penumbra que un colectivo no desea mirar, y ponerlo en funcionamiento para dotarlo de un sentido y de un juego de simetrías, causas y consecuencias. 
La realidad no suele ser una novela negra como tampoco ha sido nunca una novela de caballería.
12) Tu personaje ajeno favorito [y por qué]
Eso cambia cada mes, cada semana, como las lecturas. Ahora mismo te diría que Gumersindo Peña, el detective de Marcos Tarre Briceño. Un pícaro, un vagabundón caribeño que intenta sobrevivir, pero que no puede evitar sorprenderse al encontrar en sí mismo un fondo de bondad.
13) El malo creado por ti que más odies [y por qué]
El dramaturgo argentino Juan Carlos Gené me dio dos grandes consejos hace muchos años. “Nunca escribas sobre personajes que odies del todo. Y mejor aún, no escribas teatro”. 
14) Si no fueras escritor, serias… [deja volar la imaginación]
Espía de las novelas de Graham Greene o cantante de merengue dominicano de los años ochenta. 
15) Tienes la oportunidad de escribir ahora tu futuro epitafio:
“También uno se cansa”.
C.S.
FOTOGRAFÍA: Raquel Méndez Roperti

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