La segunda incursión de Real Noir en el mercado editorial español no puede ser más afortunada. De la pluma del escritor argentino Guillermo Orsi, Siempre hay alguien a quien matar resulta una obra plena y distinta que solo podría ser escrita por un autor en plena consolidación de su carrera. Resumimos aquí su contenido.
Sinopsis:
«Argentina, Los Médanos. Un pueblo turístico de la Costa Atlántica vacío de turistas en invierno. Una lluvia torrencial recibe a un escritor que alguna vez amó aquí a una bella mujer. Divorciado de otra relación sin amor y con hijos a los que no vio crecer, regresa para descifrar un misterio o quizá solamente porque llueve demasiado. Nada puede esperar ya de ella porque ha muerto en circunstancias sospechosas. La hermana de aquella mujer inolvidable le pide ayuda para que se le haga justicia.
Pero la justicia es un lujo demasiado caro en un pueblo muy pequeño para esconder tantos secretos. Corrupción política, cadáveres que desaparecen y una tormenta interminable que no consigue lavar tanta suciedad, marcan la investigación de un protagonista que no cree en casi nada y a lo mejor por eso sigue creyendo mientras se pregunta «¿por qué regresar a una esquina donde nadie nos espera?» Dueño de una de las voces más reconocidas de la novela negra en nuestro idioma, Guillermo Orsi desarrolla una historia creíble e inquietante, utilizando un lenguaje por momentos quirúrgico, por momentos poético; siempre fascinante».
Guillermo Orsi. Buenos Aires, 1946:
Es una de las voces más consolidadas del género negro. Entre otros, ha ganado el Emecé con Cuerpo de mujer (1983), el Umbriel/ Semana Negra con Sueños de perro (2004), el Carmona de Novela Negra con Nadie ama a un policía (2007) y el Hammet 2010, de la Semana Negra de Gijón con Ciudad Santa. Además de las mencionadas obras ha publicado: Buscadores de oro (Umbriel, 2007), Segunda vida (La otra orilla, 2012), Fantasmas del desierto (Almuzara, 2014) y El árbol del Vaticano (Palabristas Press, 2014). La obra que presentamos es su novela más reciente.