La prensa cada vez dedica menos espacio a la cultura, más al deporte —al fútbol— y a las bobadas. Por eso siempre es noticia que un autor sea noticia, acaso por lo extraño de esta circunstancia. Máxime cuando ese autor se dedique a escribir nada menos que novela negra, muy alejada de la novela de ambientación histórica o la de amor donde los señores conocen a señoras estupendas con las que se acaban casando y teniendo niños llorones, gordos y sonrojados. Ser noticia es noticia y este es el motivo de que nos hagamos eco del artículo que sobre Guillermo Orsi publica la sección de cultura de La nueva España.
El articulista especializado Alejandro M. Gallo —al que agradecemos un reportaje que nos ha agradado sobremanera— da un soberbio repaso a toda la novela negra argentina de todos los tiempos, en la que a nombres como los muy traducidos Juan Damonte, Claudia Piñeiro o Leonardo Oloya suma el del siempre magistral Guillermo Orsi, cuya última novela acaba de lanzar al mercado español Real Noir. La crítica a Siempre hay alguien a quien matar no puede ser mejor y Alejandro resume esta obra apasionadamente y reconociendo cuantos méritos pueden reconocérsele. Para el columnista de La nueva España Orsi escribe novela negra «a la argentina», es decir, sin detectives ni policías corruptos. Tan solo un escritor al cabo de amores viejos que encuentra algo en el pasado que trata de poner en pie.
Porque la obra de Guillermo Orsi ha llegado a España de la mano de Real Noir y viene para quedarse. Bienvenidos a la novela negra diferente que cruza el charco en busca de nuestras butacas, nuestro café y nuestras largas noches, solaces e invernales, en las que anteponemos una buena novela negra a… a todo lo demás.